El aceite de silicona, conocido por su designación química como dimeticona o polidimetilsiloxano, es un polímero sintético con una columna vertebral de átomos de silicio y oxígeno alternados, lo que crea un compuesto muy versátil y estable. Es famoso por sus excepcionales propiedades lubricantes, su resistencia al calor y su naturaleza no tóxica, lo que lo convierte en un producto básico en diversas industrias, como la cosmética, la automovilística y la aeroespacial.
Este aceite hidrófobo, no volátil, se valora por su capacidad de proporcionar una sensación suave y no grasa y de formar emulsiones estables con otros ingredientes. En los productos de cuidado personal, el aceite de silicona se utiliza para conferir una textura sedosa, reducir la fricción en la piel y crear una barrera protectora contra las agresiones ambientales sin obstruir los poros.
La inercia química del aceite de silicona y su resistencia a la oxidación contribuyen a su larga vida útil y a su estabilidad en las formulaciones. También es apreciado por su compatibilidad con una amplia gama de sustancias, lo que permite crear productos multifuncionales.
En resumen, el aceite de silicona es un ingrediente fiable y polifacético, que ofrece una combinación de prestaciones, seguridad y ventajas sensoriales. Su uso en diversas aplicaciones refleja su versatilidad y atractivo duradero en el mercado.